Úrsula Strenge: “Cuatro meses de rodillas, orando por mi hija Camila”
La presentadora guayaquileña revela cómo ha cambiado su vida desde que su hija fue diagnosticada con una grave condición neurológica
Lo que debía ser un día de alegría se transformó en el inicio de una dura prueba. El 22 de noviembre de 2024, Camila Nogales, hija de la reconocida presentadora y exconcejal Úrsula Strenge, cumplía 23 años. Pero esa fecha quedó marcada por algo muy distinto: un diagnóstico inesperado y devastador, trombosis venosa cerebral.
Desde entonces, la joven permanece hospitalizada en Quito, donde vive junto a su madre, quien no ha dudado en dejar todo atrás para acompañarla paso a paso en esta compleja batalla por su salud.
Camila, recién graduada en Hospitalidad y Hotelería, empezaba a construir una prometedora carrera en la Universidad San Francisco de Quito. Sin embargo, días antes de su cumpleaños, comenzó a presentar síntomas que, en principio, no parecían alarmantes: cansancio, mucho sueño, un habla más lenta de lo habitual. Fue solo tras una visita de emergencia y rigurosos exámenes que llegó el veredicto: coágulos en su cerebro. El diagnóstico fue claro, y el pronóstico, reservado.
Desde aquel día, ha pasado por dos ingresos a la Unidad de Cuidados Intensivos y ha enfrentado múltiples tratamientos especializados. Su evolución, aunque lenta, ha sido estable.
En una entrevista exclusiva con EXPRESIONES, Úrsula Strenge compartió por primera vez detalles del estado de salud de Camila y del proceso emocional que vive como madre. “Se cumplen cuatro meses de rodillas, orando por la salud de Camila”, dijo, con la voz entrecortada pero llena de fe.
La trombosis venosa cerebral es una condición poco común pero peligrosa, que puede afectar gravemente el sistema neurológico. El diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son esenciales para evitar secuelas irreversibles.
Sobre la posibilidad de trasladarla al extranjero, Strenge explicó que no lo descarta. “Hemos tenido el respaldo de excelentes médicos y terapistas aquí. He revisado opciones fuera del país, pero será una decisión muy pensada. Primero, debemos asegurarnos de que esté en condiciones para viajar y que el seguro lo permita”.
Hoy, más allá de los focos y las cámaras, Úrsula es simplemente una madre luchando por su hija. En silencio, con fuerza y esperanza, continúa su vigilia en la capital, aferrada a la fe y al amor inquebrantable que solo una madre conoce.
